Diario La Nueva España
10-12-2020
Los ecologistas critican al Principado por la “matanza” de 240 cormoranes en la región Once colectivos conservacionistas denuncian que la medida, que afectará principalmente a los ríos de las Cuencas, supone un “disparate” C. M. Basteiro | | # $ % & Un cormorán en el río Nalón
L os ecologistas de Asturias están en pie de guerra contra el plan de control de los cormoranes. Once entidades conservacionistas denunciaron ayer “la matanza” de 240 ejemplares grandes en los ríos asturianos, “fundamentalmente” en las Cuencas: noventa en el Nalón y cuarenta en el Caudal (más concretamente, en Aller). “Consideramos esta autorización un disparate más de la política ambiental del Gobierno asturiano”, señalaron los ecologistas. Las entidades firmantes del comunicado son Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, Colectivo Ecologista de Avilés, SOS Cuideiru, Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica-PDCC, Asociación Molín de Adela y Grupu Ornitoloxía Mavea. También la Asociación Asturiana de Amigos de la Naturaleza-ANA, Asociación Medioambiental Biodevas, Coordinadora Ornitolóxica d’Asturies-COA, Asociación de Animales con Derecho y Libertad-ANADEL y el Instituto para la Calidad y la Educación Ambiental-INSCEAM. “Desde hace años asistimos a una campaña promovida por algunas asociaciones de pescadores en la que se acusa al cormorán grande de ser la principal causa del declive de las poblaciones de salmónidos en los ríos asturianos”, señalan los portavoces de los citados colectivos. Y continúan: “A pesar de apostar por una medida tan drástica y prolongada en el tiempo, no se ha conseguido frenar el declive de las poblaciones de salmónidos, que era el objetivo perseguido con la misma”. Desde su punto de vista, esto demuestra “lo inútil (además de insensato e inmoral a nuestro entender) de esta matanza”. “Se ha tomado al cormorán como cabeza de turco”, destacan. Una “cortina de humo”, añaden, “para no afrontar los que, en nuestra opinión, son los verdaderos problemas causantes del declive de truchas y salmones en nuestros ríos”. Los conservacionistas enumeran, entre otros, la contaminación, el furtivismo, los encauzamientos y dragados, la destrucción del bosque de ribera y la presencia de presas, de embalses y otros obstáculos que impiden el libre movimiento de los peces a lo largo de los ríos. También “la introducción en los ríos de especies alóctonas y, claro está, seguir permitiendo la extracción, a través de la pesca deportiva de los peces adultos reproductores que deberían ser la clave para asegurar la supervivencia de estas especies”. Afirman que el cormorán grande es “una especie migratoria, invernante en los ríos y las costas asturianas. No es una especie alóctona y mucho menos invasora”. Y enumeran una serie de estudios, de España y Europa, que concluyen que “no se puede determinar una relación de causa-efecto entre la presencia de cormoranes grandes en las cuencas fluviales y el declive de las poblaciones de salmónidos en las mismas”. Es por esto, entre otras cuestiones expuestas, que solicitan “el cese inmediato” en estas prácticas”.